martes, 18 de octubre de 2011

"la justicia penal mexicana" ensayo

BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA


FACULTAD DE CONTADURÍA PÚBLICA


DHTIC


PROFESOR: EDMUNDO MEJÍA SÁNCHEZ


“LA JUSTICIA PENAL MEXICANA, CASO ESPECIAL: PRESUNTO CULPABLE”


ELABORADO POR: BRENDA BONIFACIO GUERRERO




JUEVES 13 DE OCTUBRE DE 2011, PUEBLA, PUE.


“LA JUSTICIA PENAL MEXICANA, CASO ESPECIAL: PRESUNTO CULPABLE”

INTRODUCCIÓN
El 12 de diciembre de 2005, sin orden de aprehensión y mientras caminaba por la calle, el comerciante José Antonio Zúñiga, de 26 años, fue detenido bajo el cargo de homicidio. Los abogados Layda Negrete y Roberto Hernández filmaron su proceso. El resultado es Presunto Culpable, un documental que muestra la realidad en carne viva de las atrocidades que imparten en el sistema judicial mexicano. A continuación, la historia de una cinta que se ha convertido en un fenómeno cinematográfico de extraordinarias repercusiones (De Mauleón, 2011:78).
DESARROLLO
El 12 de diciembre de 2005 José Antonio Zúñiga, ciudadano mexicano como cualquiera de nosotros, fue arrestado sin ninguna orden de aprehensión mientras caminaba por la calle en la mañana para ir a desayunar con una amiga, lo subieron a un auto cubriéndole el rostro y esposándole las manos, después lo ingresan por unos pasillos a un edificio en donde después de un largo rato de haber estado encerrado lo sacan y lo llevan con una persona que comienza a interrogarlo preguntándole que en dónde tiene la pistola y en dónde están los demás, pero él no sabe de lo que le están hablando y niega saber esa información pidiendo solo una explicación de por qué lo tenían detenido.
Al parecer era el comandante el que lo interrogaba y lo forzaba a que le proporcionara la información que pedía, bajo distintas técnicas quiere sonsacarlo para extraerle la verdad diciéndole, con una de ellas, que si le dice en dónde están los demás lo ayudara a él dejándolo libre, pero el sigue negando saber de qué le están hablando; incluso el comandante le muestra una imagen de un retrato hablado diciéndole que era él y que ya lo había agarrado pero la imagen no tenía ningún parecido con Antonio Zúñiga, así que al darse cuenta de que Toño reconoce que no es él el de la imagen el comandante pide al que hace los retratos que le haga uno de nuevo con las características de Toño, pero el retrato sigue sin parecerse.
Toño después de platicar con el judicial que lo arresto se da cuenta que es el primer y único buena onda en ese lugar. El judicial comienza a contarle la historia del verdadero culpable de que él estuviera ahí detenido, le dijo que un chavo, perteneciente al parecer a una banda de delincuentes peligrosos, fue acusado de haber matado a su primo por un asunto de drogas pero que con tal de salir de ahí dijo que les iba a decir quién era el verdadero culpable, acusando entonces a Zúñiga.
Meses más tarde Toño declara ante el juez y éste le desea buena suerte y espera que de verdad se pueda ir, pero desgraciadamente alguien lo acuso y era difícil que pudiera salir de esa. Pregunta por su familia y solo le dicen que nadie ha preguntado por él.
Es trasladado al reclusorio, en donde lo llevan a rendir su declaración pero él sigue sin saber de qué lo acusan y en dónde está el papel que dice que él es el que cometió el ilícito. Le llevan después una abogada, Layda  Negrete, que trata de ayudarlo y le dice que es lo que tiene que hacer y decir.
Pasa el tiempo y no se resuelve nada, solo una vez tuvo un contacto directo con el juez y fue solo para decirle que un tipo lo amenazaba con matarlo. Las audiencias las llevaba siempre un secretario y otras veces un mecanógrafo, estos eran los que lo incriminaban y los que le dictaron la sentencia, una sentencia de 20 años.
Pero los abogados de Zúñiga solicitaron un permiso para poder filmar el caso de Toño y así de esta forma querían dar a conocer cómo en México se juzga la gente y cómo el tribunal hace su trabajo. La primera vez que llevaron a la audiencia la cámara, todos rápidamente huyeron de ésta como si fueran unos delincuentes y tuvieran algo que ocultar.
En el 71% de los procesos, el juez no estaba presente, en el 50% era el secretario de acuerdos quien llevaba el control de las audiencias; en el 21%, el control de éstas se hallaba en manos de secretarias mecanógrafas. Según la División de los Estudios Jurídicos del CIDE, el 80% de las veces los procesados no tenían oportunidad de habla con el juez que los estaba juzgando (Negrete y Hernández, 2006 citados en de Mauleón, 2011: 83)
Layda Negreteacaba de realizar para el CIDE en 2006 una encuesta entre la población reclusa del DF, el documento perfilaba las ruinas del sistema penal mexicano. Destacaban cados como estos: el 50% de los procesados no había escuchado o entendía poco lo que sucedía más allá de la rejilla de prácticas. En un 52% de los casos no hubo nadie que explicara a los reos qué estaba sucediendo durante la audiencia. El 41% de los detenidos había sido golpeado o torturado por policías judiciales. El 24%, los agentes preventivos. Al 79% de los procesados la policía no les informo nunca la causa de si detención. Al 80% el MP no le comunico su derecho a no declarar. Al 72% no se les informó su derecho a hablar por teléfono. El 70% no contó con un abogado al momento de declarar ante el MP y el 27% no gozo de este derecho al declarar ante un juez (De Mauleón, 2011:83)
Todos sabían que Toño es inocente, su familia, los judiciales, los presos del reclusorio, los secretarios, los mecanógrafos, los testigos e incluso hasta el juez lo sabía; pero nadie hizo nada debido a la corrupción y los malos usos y costumbres del sistema penal mexicano, intentan ayudarlo pero y lo único que consiguen es apelar la sentencia para darle menos años pesar de que él no fue el culpable.
Después de un largo juicio José Antonio Zúñiga fue liberado 804 días después de su detención, el 25 de abril de 2008.
A pesar de que señaló la ruta hacia un nuevo juicio, el procurador Miguel Ángel Mancera afirma que para la Procuraduría de Justicia del DF Zúñiga sigue siendo “presunto culpable”: según el funcionario su inocencia no fue absolutamente probada. El magistrado Salvaros Ávalos afirma que el reo fue absuelto por duda razonada, mas no declarado inocente.
El MP nunca propone una historia del caso para convencer al juez, a la defensa, al auditorio de que Toño es culpable, lo que se sabe es que el acusado está en la cárcel por un solo testigo que afirma haberlo visto disparar.
“Estoy convencida de que nuestras instituciones de procuración e impartición de justicia han quedado atrapadas en las inercias burocráticas que se gestaron en un contexto político caracterizado por una alta centralización del poder y una baja incidencia delictiva. Así, es posible imaginar que, durante los años del autoritarismo los casos penales se resolvían en 3 fases: 1) la policía judicial obtenía la información para formar la acusación, 2) el MP daba forma legal a la ilegalidad, 3) el juez era un simple ratificador de la acusación penal del MP.” (Magaloni, 2011: 86)

CONCLUSIÓN
Es increíble darse cuenta como está la justicia penal mexicana, la seguridad pública de México se encuentra en una verdadera crisis. Ponernos en los zapatos del caso de Toño realmente causa rabia, impotencia y hartazgo ante un sistema que no sabe ni quiere distinguir entre culpables e inocentes. Al parecer lo único que les importa es “chingarse” a cualquiera sin importar los daños que le pueden causar a esa persona.
Es realmente vergonzoso mostrar a la luz pública casos como estos, pero no es el único y los mexicanos debemos darnos cuenta en qué México estamos viviendo, lleno de injusticia y falsos testimonios y desgraciadamente los más afectados son la clase media y baja de la sociedad porque ni siquiera contamos con el dinero suficiente para de alguna forma aplicar “justicia”
Qué triste es seguir viviendo así sin que nadie haga nada y los que lo intentan son ignorados como viles animales que no tienen derecho a opinar. México debería tener un “viento de cambio” como la canción, es lo que nos hace falta cambiar el mundo de hoy para los niños del mañana.
Y la única esperanza que tenemos ahora de que eso pase es que han reformado la ley y ahora los juicios serán públicos, en donde habrá careos entre los acusados, testigos verdaderos y un juez que escuchara los pros y los contras para dictar sentencia; con esto creo que muchos mexicanos esperamos un México más justo y claro.




BIBLIOGRAFÍAS
Bibliotecas BUAP, facultad de Contaduría Pública.
De Mauleón H. (2011) “Presunto Culpable, Las Jaulas de la Justicia” nexosnum.399, marzo 2011 pp.78-85.
Magaloni A.L. (2011) “Inercias Autoritarias de la Justicia Penal Mexicana” nexos num.399, marzo 2011 pp.86-87.

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